Drogba de oro


1936. Olímpicos de Berlin. Ante un estadio abarrotado de alemanes, con Hitler a la cabeza, el afroamericano Jesse Owens –después de haberse anulado injustamente  sus dos primeras salidas en la primera ronda- dio un salto de 8, 06 metros y ganó la medalla de oro en la prueba de longitud, derrotando al favorito local  Luz Long. Esta victoria pasaría a la historia por ser un negro quien se llevara la medalla de oro en unos juegos olímpicos organizados por el Führer con la única intención de demostrar la superioridad aria.

Pues bien, la historia se ha repetido -con menos componentes políticos, evidentemente-. Con su equipo prácticamente rendido contra la lona, cuando toda Alemania estaba lista para celebrar –de local, además- que era la nueva reina de Europa, apareció una pantera y acabó con la fiesta. El salto de Didier Drogba  no empató un partido: silenció a un país. Pero no a cualquier país. A esa Alemania siempre imponente, siempre temible, que parece nunca doblarse gracias a esa apariencia de superioridad tan propia de ella.

Pero ese es Drogba. Un futbolista único en su especie. Uno de esos pocos hombres que pueden decir que no temen salir a jugar con un balón contra miles de alemanes hostiles. Uno de esos pocos hombres que no sienten miedo con 90 mil catalanes al frente. Un hombre al que el fútbol tardó demasiado en premiarle la pasión que siente por este deporte.

Discutir sobre si el Chelsea es un justo campeón no tiene mucho sentido, porque es evidente que lo es. Levantó una eliminatoria casi perdida contra un complicadísimo Napoli. Sacó 4 puntos de 6 contra el Barcelona. Empató al Bayern Munich en su casa y es el primer equipo en la historia que logró derrotar a los alemanes en penales. Si esto no es justicia, no sé que lo sea.

Obviamente, las formas no fueron las más estéticas. Pero el fútbol es de estilos, y al que no le guste, que se aguante. Un equipo mediocre puede ganar un partido, pero no coronarse campeón de Europa. Por eso no queda duda de que este Chelsea tenaz y corajudo es un justo Rey. Y para ser un buen Rey no hay que ser el más atractivo. Hay que ser el más hombre. El Chelsea lo fue.

Pero además, el Chelsea tiene un mérito extra: cuenta con Didier Drobga en sus filas. Un jugador que no tiene los números de Cristiano Ronaldo ni de Messi, ni el talento de Ibrahimovic, ni la velocidad de Robben. Pero tiene un corazón del tamaño de su África natal y un empuje que sólo los de su raza saben tener. Por eso no sólo se merece la Champions, sino también el balón de oro. ¿Qué no tiene números de extraterrestre? ¿Qué no hace túneles ni sombreros? Qué importa. No hay un jugador sobre la tierra que cause tanto miedo en una defensa rival.



Él no se arrugó ante la adversidad. Él no tuvo miedo. Él ganó la Champions.  Él fue el mejor.

Didier Drogba: un nombre que acaba de ser escrito con letras de oro en la historia del fútbol. Creo que esta vez todos coincidimos: Drogba tiene que ser balón de oro. De lo contrario, estaremos, esta vez sí, ante una de las mayores injusticias del fútbol moderno. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Dudo que Drogba gane el Balón de Oro. El mayor robo en la historia del fútbol fue el que le hizo Messi a todo el mundo en el 2010. Por no decirle más que un dato, con el anterior sistema de Football France (y no por votaciones) el ganador habría sido WESLEY SNEIJDER, ni siquiera un español o Messi, pero hoy nos rendimos ante el fútbol del Messi o la excelencia de CR7. Así es el fútbol hoy. No importan los logros en equipo sino los méritos propios.
Anónimo ha dicho que…
Dudo que Drogba gane el Balón de Oro. El mayor robo en la historia del fútbol fue el que le hizo Messi a todo el mundo en el 2010. Por no decirle más que un dato, con el anterior sistema de Football France (y no por votaciones) el ganador habría sido WESLEY SNEIJDER, ni siquiera un español o Messi, pero hoy nos rendimos ante el fútbol del Messi o la excelencia de CR7. Así es el fútbol hoy. No importan los logros en equipo sino los méritos propios.
Anónimo ha dicho que…
Dudo que Drogba gane el Balón de Oro. El mayor robo en la historia del fútbol fue el que le hizo Messi a todo el mundo en el 2010. Por no decirle más que un dato, con el anterior sistema de Football France (y no por votaciones) el ganador habría sido WESLEY SNEIJDER, ni siquiera un español o Messi, pero hoy nos rendimos ante el fútbol del Messi o la excelencia de CR7. Así es el fútbol hoy. No importan los logros en equipo sino los méritos propios.

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