La eliminación de Colombia: Los jugadores


Y en cuanto a los jugadores, difícil no ser negativo, porque por mucho que se quiera, ninguno se salva. Ni los que hicieron parte del proceso Pinto, ni los “hijos” de Lara, ni los que se pusieron la tricolor en ambos procesos. Ninguno, absolutamente ninguno, estuvo a la altura. Podríamos intentar salvar a algunos como Mario Yepes, Cristian Zapata, David Ospina, incluso a Falcao, pero por justicia no es posible, primero, porque las derrotas son de todo el equipo, del que ellos son parte, y segundo, porque ninguno rindió lo esperado.

Ahora bien, hay jugadores que definitivamente fueron un desastre. Guarín y Aguilar los primeros. Estos dos jugadores no rindieron en los últimos partidos, y aún así Lara los sostuvo. Giovanni Hernández, Giovanni Moreno, Agustín Julio, Carlos Sánchez, José Amaya, Pablo Armero, Teófilo Gutiérrez, Camilo Zúñiga, todos hicieron parte de este proceso eliminatorio, y demostraron un nivel inferior al esperado. A todos les pesó la tricolor, ninguno rindió como lo debió hacer.

“No hay entrenador que construya sobre algo diferente a futbolistas capaces” dijo Marcelo Bielsa al término del partido. Y esa es la gran pregunta que nos hacemos al final de esta Eliminatoria… ¿Son realmente capaces los futbolistas colombianos? Esta interrogante hay que resolverla pronto, porque el tiempo apremia y hay que empezar a construir algo sólido desde ya para no terminar improvisando como lo hicimos ahora. “Si miramos hacia adelante, estos son los jugadores que tiene nuestro país para seguir pensando en ir a un campeonato del mundo” dijo a su vez Eduardo Lara. Y quizá tenga razón, porque no tenemos mucho de donde echar mano y porque por edad muchos de los jugadores que salieron derrotados del Atanasio Girardot son aptos para hacer parte del próximo torneo clasificatorio. Aun así, cada nueva Eliminatoria es un proceso que parte de cero, y si se hace con los mismos jugadores, por lo menos tiene que haber un cambio enérgico de mentalidad y un sacudón fuerte para muchos que no están respondiendo. Tienen que mentalizarse y poner los medios para hacer el sueño realidad. Dejar de creer que son lo máximo porque juegan en equipos chicos de Europa y llegar con la humildad y la disposición suficiente para vestir la tricolor nacional. Sólo así se puede aspirar a algo realmente serio. Por ahora, solo queda alistarse a disfrutar un nuevo Mundial por televisión, y esperar al 2011 para volver a sufrir por los nuestros. La conclusión de una nueva historia la conoceremos en octubre de 2013.

Colofón: Duele pensar que grandes futbolistas como Mario Yepes e Iván Córdoba se quedarán sin jugar un Mundial. Duele que estos dos titanes que han dejado la piel por la camiseta nacional estos diez años no hayan sido recompensados con un honor como este. Ojalá los que todavía tienen tiempo de jugar uno aprendan de este ejemplo y hagan todo lo posible por ir al próximo. Finalmente, imposible decir que vayamos a jugar por el honor contra Paraguay en el último partido. Imposible luchar por el honor cuando ya no queda nada de éste.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Una vez el presidente Uribe dijo: "las cosas imposibles la resolvemos rápido; para los milagros sí nos tienen que dar un ratico".
Cuando no hay con quién, sencillamente no hay con quién, y para hacer el milagro, porque realmente es un milagro, de que los jugadores muestren ganas, nos tienen que dar un ratico (a lo mejor otros 4 o 8 años más)...
A los jugadores de la selección sí les falta mucha berarquera, la camiseta les pesa; realmente da envidia ver cómo los chilenos, los argentinos, los brasileros, incluso los bolivianos y los peruanos, parece que jugaran con hambre pero de gol; física avidez.
En cambio los nuestros a lo mejor pueden pensar: "mientras yo haga un gol, así perdamos, no importa".
Y es que a los hinchas no nos importa tampoco? los hinchas no hacemos los goles, pero sí los celebramos, así que es una falta de respeto que estemos apoyando a un grupo de jugadores que no ponen ganas, pero como encabecé este comentario: cuando no hay con quién, no hay con quién... esperemos que el nuevo técnico pueda hacer el milagrito.
ZULETA

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