Oliendo a muerto desde hace diez años



Las cosas son sencillas. El sábado por la noche Colombia era quinta, estaba clasificada al repechaje y dependía de sí misma. El país entero se ilusionaba y muchos creían que ya estábamos en el Mundial. Para acabar de ajustar, Uruguay perdió con Perú, y todos calcularon que si los charrúas habían perdido con el colero nosotros los íbamos a golear. Se les olvidó que hace más de treinta años no les ganamos de visitantes, y sobre todo se les olvidó que a nosotros nos costó sangre, sudor y lágrimas ganarles a los peruanos… en nuestra casa! Se les olvidó que le ganamos a Ecuador en dos jugadas aisladas, y que los 88 minutos restantes fueron un desastre, más allá de que tuvimos unas cuantas oportunidades de marcar.



La idea aquí no es hacer un repaso de los partidos contra Ecuador y Uruguay, ni tampoco criticar la pobre mentalidad del fútbol colombiano (y digo fútbol colombiano porque aquí se incluyen dirigentes, técnicos, futbolistas e hinchas), simplemente porque ya lo he hecho en ocasiones anteriores. Lo único que quiero es reflexionar acerca de una serie de detalles que rodean a nuestra Selección y que nos tienes ad portas de nuestra tercera eliminación mundialista consecutiva.



Se puede decir, sin mucho temor a equivocarse, que los dos últimos partidos han sido de lo peorcito que ha mostrado Colombia en toda la eliminatoria. Los partidos en Medellín y en Montevideo fueron una síntesis de lo que ha sido esta eliminatoria mundialista, que a su vez ha sido un fiel reflejo de lo que pasó en las clasificatorias a Corea Japón 2002 y a Alemania 2006. Un equipo sin alma, sin identidad, que no sabe a lo que juega. Unos jugadores que vienen con el pecho inflado porque los fines de semana se visten con los uniformes de históricos equipos europeos y que cada domingo celebran goles en estadios repletos, pero que cuando llegan a su país se derriten ante la presión de un público (que en parte tiene también la culpa) ávido de triunfos y de volver a ver su Selección en el máximo torneo del fútbol mundial. Un técnico errático en la escogencia de los jugadores, en los cambios y el momento de hacerlos, y que sobre todo no consigue dar pie con bola en los momentos clave de los partidos, ni cuando tiene que defenderse ni cuando tiene que salir con todo a ganar. En esto quiero detenerme especialmente, porque pienso que el profesor Eduardo Lara, a medida que va pasando el tiempo al frente de la Selección, va equivocándose más y peor. Al principio defendí su gestión, ahora pienso que definitivamente no es el hombre para llevarnos al Mundial. Creo que se está convirtiendo en un técnico livianito y volátil, que está demasiado pendiente de lo que decimos los 30 ó 35 millones de colombianos que amamos el fútbol, de los cuales el 90 ó 95 por ciento cree tener la razón acerca de cómo debe jugar la Selección y qué se debió hacer en cada momento de cada partido, y se está quedando sin criterio propio. No puede ser que un técnico con tantos años y partidos encima se deje llevar por la “Teofilomanía” que se despertó en nuestro país después del gol que hizo el delantero barranquillero –sin marca y al lado de la línea de gol- contra Ecuador, y lo prefiera por encima de un delantero de la talla y la calidad de Radamel Falcao García, que pienso que es el jugador más sacrificado de la era Lara. Sí señores, está bien que Teófilo (¡que forma de hacerse expulsar tan ridícula!) haga tres goles por partido cuando el Junior juega contra el Envigado o contra el Pereira, y que Comesaña piense que es mejor que Messi o Kaká, pero no puede pasar que en un partido tan importante y sobre todo tan difícil como iba a ser el de Uruguay, Lara deje por fuera al hombre que podía pelear por arriba y por abajo con los defensas, al que se cansó de hacer goles en River y que ahora está dulce con la red en Portugal, simplemente porque la gente en Colombia lo resiste mucho y le cree poco y porque había que poner al que ellos querían, que además por simple lógica y características de juego no se adaptaba a las necesidades del equipo, sobre todo porque íbamos a jugar con un único punta. Incluso Jackson Martínez y Hugo Rodallega deberían estar antes en la lista del técnico si hubiera pensado bien qué precisaba el equipo ante un rival de las características de Uruguay.



No se trata de echarle toda la culpa a Lara, pero responsabilizar a los culpables es un deber de justicia, y en este caso el técnico es un directo implicado. Son demasiadas decisiones erradas, demasiados puntos perdidos, demasiada falta de reacción en momentos clave. Son un montón de demasiados que se le achacaban a todos los técnicos anteriores, y que no se han corregido. Jorge Luis Pinto dirigió 8 partidos eliminatorios, hizo 10 puntos y se fue por la puerta de atrás. Lara lleva la misma cantidad de partidos y la misma cantidad de puntos. Estamos casi afuera del Mundial y sólo superamos en puntos a los re-contra- eliminados Perú y Bolivia en la tabla. Perdimos con Venezuela y Uruguay, rivales directos. Nos costó un montón superar a los dos ya mencionados equipos del fondo de la tabla. Estamos en el muy selecto grupo de los equipos a los que les ha ganado la paupérrima selección Argentina de Diego Armando Maradona. Nuestro mejor centro delantero juega de volante por izquierda –otra defensa a favor de Falcao-. ¿No les parecen demasiados elementos para reflexionar?



Creo que es hora de dejar de darse golpes de pecho porque no trajimos al Marcelo Bielsa que resucitó el futbol chileno. Es hora de ser humildes y darse cuenta de lo pobre de nuestro fútbol, y sobre todo, de lo pobres que son nuestros técnicos! No es justo que un respetable señor del fútbol como Ramón Cabrero dé unas cuantas opiniones acerca de lo que piensa que tenemos que mejorar en el fútbol de nuestro país y salga toda esa bandada de técnicos que no le han ganado a nadie a decir que es un irrespetuoso y que aquí tenemos muchos técnicos buenos. Cabrero nunca hizo mención a los técnicos nacionales, pero ellos se sintieron aludidos… ¿será que tienen la culpa de algo? Al que le caiga el guante…



Señores de la Federación, por favor escuchen a los que pedimos un cambio drástico en la Selección nacional. Por favor, no más Lara, no más Pinto, no más Rueda, no más Maturana, no más Javier Álvarez, no más Chíqui García. Traigamos ideas nuevas, oxigenemos nuestro estancado fútbol; si queremos tener metas altas, traigamos gente de altura. Si hace falta plata, hacemos una colecta de a mil pesos por toda Colombia, pero por favor hagan algo! Estamos cansados de ver siempre lo mismo, lo mismo, lo mismo. Queremos ver a Colombia otra vez en el álbum de Panini. Pero para eso se necesita bajar la cabeza, ser humildes y darnos cuenta de que con técnicos nacionales llevamos doce años de fracasos. ¿Por qué no nos arriesgamos, y traemos a un brasileño o a un argentino, que tienen un poquitín más idea de fútbol que nosotros, haber si la cosa mejora? Es simplemente una sugerencia de un colombiano más que quiere lo mejor para su Selección, pero que está dispuesto a bajar la cabeza y reconocer su ignorancia si Colombia clasifica al Mundial 2010. Pero si eso llegara a pasar, nada de lo que está escrito anteriormente dejaría de ser cierto, ni perdería validez. Necesitamos un técnico que llegue con algo de mentalidad Obama, y nos haga de verdad creer que “El cambio es ahora”.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Vale la pena resaltar que en la expulsión de Teófilo pesó más la viveza del defensa uruguayo, que la cuestionable mala intención del atacante. Teo salió prendido de la charla del medio tiempo y con la actitud que hace tiempo no veíamos en un delantero nacional (a excepción de Jackson). El error no radica tanto en este punto.
En cuanto al deber de justicia, se puede decir que es bastante discutible; buscar culpables nos ayuda a desahogarnos, pero no mejora las cosas. El buen fútbol no depende de los resultados: El partido en Medellín se ganó, ciertamente, con dos jugadas aisladas. No podemos ser una hinchada tan voluble, que se acostumbre a la derrota y se embriague cada que la selección, apretadamente, gane. También tenemos la culpa por no creer en nuestra selección y no exigirles lo que pueden dar.
Esta muy bacano el blog, ánimo. Escribe con más frecuencia.
Pedro ha dicho que…
Me gusta mucho el análisis de toda la situación problemática de nuestra selección, aunque demasiado pesimismo en la opinión.
Por otro lado, no podemos decir que la actual Selección y las anteriores tengan su problema en la nacionalidad de su respectivo técnico, pues sería una necedad creer que solo del técnico depende todo un equipo de futbol, no obstante su principal papel. Yo creo que poquisimos tecnicos, sino ninguno, hay en el mundo que puedan en este momento "arreglar" a nuestra selección. ¿Entonces nos traemos a jugadores de Argentina, de talia, de Uruguay? Se que esta idea repugna, sobre todo a ud.
Luis Miguel, nuestro problema, actual y de todos los siglos, es la falta de berraquera y punto. No veo otra cosa, y ese, ese Luis Miguel es un problema demasiado intrinseco de los colombianos, por eso bien dice usted que la crisis incluye dirigentes, técnicos, futbolistas e hinchas. TODOS, la misma falta e gue....! Pero esto no nos invita a ver un panorama desolador, pesimista, no. Nos obliga a responder con un cambio profundo de mentalidad, de pensar que vamosa clasificar en este octubre de 2009 o si no de esperar 100 años pal mundial, pero acompañando a nuestra selección; viendo los 90 minutos de todos los partidos que quedan pa clasificar.
Luis Miguel Bravo Álvarez ha dicho que…
Estimado anónimo:

Pienso que la expulsión de Teófilo de ninguna manera se le puede achacar al defensa. El error es del jugador y punto. Sin excusas n rodeos. Decir que una expulsión es por la actitud positiva y las ganas del jugador es ser demasiado iluso, permisivo y laxo a la hora de juzgar a un futbolista PROFESIONAL, y además sería como decir que los otros diez jugadores del equipo no fueron expulsados simplemente por falta de ganas...

En cuanto al otro punto, el tema del técnico no es simplemente un desahogo. Es una realidad latente en nuestro fútbol que salta a la vista. Son doce años de fracasos con técnicos nacionales, y eso no lo puede negar nadie. El cambio se necesita, y se necesita ahora.


Muchas gracias por el comentario.
Luis Miguel Bravo Álvarez ha dicho que…
Estimado Pedro:

Muchas gracias por el comentario.

Está claro que el problema del técnico no es un tema de simple nacionalidad. El problema es el comportamiento, la actitud y la falta de soluciones que encontramos en nuestros técnicos. No es el hecho de ser colombianos, es la falta de capacidad que han demostrado. Nuestros técnicos hoy en día están en un nivel paupérrimo, y eso lo demuestran los resultados.
La verdad pienso que un técnico si cambia mucho la situación de un equipo, aunque nunca pise el terreno de juego. El técnico elige el once, define el estilo de juego, y tiene la potestad de decisión para cualquier situación.

En cuanto al pesimismo, pienso que va un poco más por la línea del realismo. Todo el análisis ha surgido de hechos concretos y de estadísticas reales.

Y en cuanto al tema del cambio de mentalidad, estoy de acuerdo, de hecho, esa es la conclusión que he planteado al final de la columna.

Muchas gracias.

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